Tanto si lo haces de manera consciente como inconsciente haces marketing. Tu negocio comunica, transmite valores, sensaciones y en mayor o menor medida, satisfacción al cliente. Cuando haces una venta hay un proceso que tiene que ver con el marketing: una persona que tiene una necesidad y te elige a ti para solucionarla.
El problema viene cuando, entrando en la era digital, todas las exigencias de tener un negocio te sobrepasan. Tú, que no tienes por qué saber nada de marketing, empiezas a llevar a cabo una serie de pasos «obligatorios» para tener éxito. Y ahí empiezan los problemas.
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¿En qué consiste el marketing para ser feliz?
Tener un negocio es muy diferente de lo que era hace unos años. Antes todo se gestionaba al nivel local o como mucho, a través de comerciales que realizaban el trabajo de ir a ofrecer tu producto o servicio a tus clientes potenciales, incluso se contrataba a personas de otros países para realizar esa expansión.
Tras dispararse la venta online, no sirve sólo con vender en tu pueblo o ciudad, ahora Google y todas las herramientas que tiene para traducir textos y demás sustituyen a esos comerciales y por eso estas obligado a dar un salto digital para expandirte y no limitarte a un lugar geográfico concreto.
Incluso para servicios que aparentemente son locales: peluquerías, restaurantes, centros de estética… La presencia online supone un factor diferenciador para atraer nuevos clientes. O estas en las redes sociales y en Google (Maps) o estás perdiendo clientes.
Las reseñas en Google y en determinados buscadores atraen a clientes que no han estado nunca en tu negocio porque se fían de lo que otros dicen de su experiencia en tu establecimiento.
Esto ha hecho que las redes sociales se postulen como un salvador de esta situación. La teoría es clara:
Crear contenido a través de redes sociales aumenta el alcance de tu negocio y te hace llegar a nuevos clientes potenciales.
La realidad es bien distinta. Porque las redes sociales no son un escaparate para tu negocio, son negocios en sí mismos que sólo buscan una cosa: tener al usuario enganchado. Por lo que sólo el contenido que realmente engancha al usuario es el que se enseña de manera masiva.
Esto ha hecho que los negocios intenten de manera desesperada buscar ese contenido que se viralice y llegue miles de usuarios para darse a conocer.
En ese momento entras en una espiral donde necesitas:
- Crear contenido a diario.
- Ganar seguidores.
- Estar pendiente de la interacción: likes, comentarios y visualizaciones.
Y lo peor de todo es que esto no te asegura una venta.
Este marketing es el marketing de la frustración, de la desesperación y de tirar la toalla. Yo te propongo que le des una vuelta a esto, que conozcas el Marketing para ser Feliz.
Un marketing que se centra en hacer lo necesario para que tu negocio gane dinero, no lo que se supone que debes hacer para tener contento a un algoritmo. El marketing es la herramienta para que tu negocio crezca pero debes usarla correctamente.
¿Para qué sirve?
Tú has emprendido por algo, generalmente para ganar dinero, pero también por llegar a cumplir un sueño: vivir como tú quieres. En ese plan de negocio inicial no estaba escrito tener que trabajar para Instagram, TikTok o LinkedIn creando contenido sin parar.
Por ello el Marketing para ser Feliz se centra en llevar a cabo las acciones necesarias para que tu negocio te dé el dinero necesario para que alcances la vida de tus sueños. Porque en tus metas está tener una cuenta bancaria con muchos ceros, pero también tener tiempo para disfrutar de ellos.
Ganar dinero trabajando 70 horas a la semana es una posibilidad relativamente alcanzable, incluso trabajando por cuenta ajena, pero eso te llevaría al mismo punto que comentábamos antes: infelicidad, estrés y frustración.
Lo que se trata es de encontrar aquello que puedas vender que no te sature de trabajo y el camino más sencillo para hacerlo. El Marketing para ser Feliz también va de:
- Superar el miedo a poner o a subir precios.
- Atreverse a poner en marcha acciones que te destaquen frente a tu compentencia.
- Saber dónde invertir tu tiempo y tu dinero.
Y por supuesto va de recuperar el control de tu emprendimiento, sin que las ventas dependan de las redes sociales que pertenecen a terceros.
¿Soy yo la solución que estás buscando?
Si has llegado hasta aquí tenemos varias cosas claras:
- No quieres depender de crear contenido de manera masiva para tus redes sociales sin saber el resultado.
- En tus perspectivas de vida quieres que tu negocio te permita disfrutar de las cosas importantes.
- Tienes algo que aportar pero aún no has encontrado la manera de rentabilizarlo o de potenciarlo para que más gente lo compre.
- Quieres aumentar las ventas sin dejarte la vida en ello.
Te entiendo perfectamente y por eso yo te planteo la posibilidad de encontrar el camino que te lleve a tus metas. Porque yo ya he pasado por ahí y conozco los atajos. Ya trabajé 70 horas a la semana y creé contenido para redes sociales a diario.
Pero todo cambió cuando descubrí cómo hacer que el marketing trabaje para mí y no al revés.
También quiero que sepas que soy un friki de los negocios y de los rompecabezas. Por eso cuando un cliente me plantea qué es lo que quiere vender o qué habilidades tiene, mi cabeza empieza a aportar ideas para poder venderla de la manera más rentable posible y al mejor precio.
¿Cómo medimos los resultados?
Lo primero que necesitamos es hacernos la pregunta:
¿Qué es lo que quieres conseguir con tu negocio?
Para poder invertir tus esfuerzos en el camino que te lleva hacia esas metas. También es importante saber:
- ¿Qué has hecho hasta ahora?
- ¿Qué te ha funcionado? ¿qué no?
En base a eso estableceremos unos hitos como por ejemplo:
¿Cuál es el siguiente objetivo significativo que podemos marcar para tener un beneficio concreto?
Como ya te he comentado antes, este beneficio puede ser de distintos tipos:
- Generar x ventas.
- Reducir el número de horas trabajas.
- Tener una cartera de servicios adecuados y que te de dinero.
- Subir precios.
Estos son algunos ejemplos, pero a través de estos objetivos iremos midiendo si las acciones que llevamos a cabo dan resultado o probamos con otras nuevas.
Esto es para ti y para nadie más, me adapto a tu negocio y a ti
En Marketing no existe la receta donde, aplicándola paso a paso, termines consiguiendo éxito. Sé que en redes sociales te han vendido muchas veces su método para tener éxito, pero creo que ya sabes que esto no funciona así.
Cada negocio y cada persona tiene unos condicionantes que los hacen únicos, por eso lo que le ha funcionado al gurú de turno no tiene por qué funcionarte a ti. El Marketing para ser Feliz va de crear tu propio camino con una serie de acciones hechas para ti y tu negocio.
Tú tienes unas fortalezas únicas que podemos aprovechar para potenciar lo que vendes (sé que si estás hasta las narices cuesta ver que tengas alguna fortaleza, pero confía en mí, ahí están). Y también tienes oportunidades que trabajar para que te conozca más gente y sientan el deseo de comprarte.
Quiero que seas feliz pero tampoco que te relajes, por eso yo me adapto a tus particularidades pero también quiero que te comprometas en trabajar para alcanzar tus metas.
Ya sólo me queda preguntarte: ¿quieres que tu negocio te haga feliz?